
Estos prometedores resultados provienen de un ensayo en fase III en el que participaron unos 600 pacientes resistentes a la quimioterapia, donde se analizó como la administración del fármaco novolumab es altamente beneficioso en el tratamiento de estos pacientes. Este fármaco, que bloquea la activación de la apoptosis en las células T gracias a la inhibición del receptor PD-1, mejora significativamente la supervivencia de los pacientes, comparado con el tratamiento con docetaxel, pasando de una supervivencia a más de un año, de un 39% a un 51%. Siendo además mucho menos tóxico que los tratamientos convencionales.
Además es interesante puntualizar como la sobrexpresión de PD-1 no está directamente relacionado con la mejor respuesta a la inmunoterapia, ya que algunos pacientes sin niveles detectables de PD-1 responden a este novedoso tratamiento.