
Los investigadores de la MD Anderson han diseñado unos péptidos con capacidad de unirse selectivamente a las células que rodean el tumor, o células “escudo tumoral” y que influyen en la capacidad de crecimiento del tumor. Estos péptidos están unidos a anticuerpos monoclonales, generando así tratamientos dirigidos y específicos contra estas células. Esta especificidad, observada en ratones reduce la toxicidad y los efectos secundarios del tratamiento que puedan tener los pacientes.
Era ya conocido como estas células “escudo tumoral” bloquean la respuesta inmune y gracias a este nuevo método de terapia dirigida se consigue que las células inmunes ataquen al tumor y lo reduzcan.
Esta combinación de técnicas no sólo permite el uso de la estimulación del sistema inmune propio para eliminar el tumor, pero también el uso de terapias cancerígenas dirigidas que reducirán los efectos secundarios y la toxicidad, siendo un tratamiento alternativo a la quimioterapia.