Para ello, están centrando su investigación en buscar terapias dirigidas contra el cáncer de cérvix, endometrio y ovarios entre otros. Entre los frutos de estos ensayos clínicos, ya podemos encontrar los inhibidores de PARP (encargados de bloquear una de las enzimas usadas por las células tumorales para reparar el ADN dañado), los cuales muestran la posibilidad de retrasar el cáncer de ovarios en mujeres que expresan mutaciones en los genes BRCA, así como en otros perfiles genéticos. También cabe resaltar el estudio dirigido por el Dr. Richard Moore, jefe del servicio de Oncología Ginecológica de Wilmot, el único ensayo clínico de Estados Unidos en el que se buscan nuevos potenciales biomarcadores moleculares en la sangre de mujeres que presentan una masa pélvica con el objetivo de usarlos para desarrollar un test que indique la probabilidad de que esa masa en la pelvis se vuelva maligna.