
Sin embargo, aunque los avances son muy prometedores, la idea de que CRISPR podría acelerar el campo de la terapia génica, está envuelto en gran polémica, dado que es necesario no solo insertar la secuencia modificada sino también al gen que codifica a la enzima Cas9. Aunque en el centro MD Anderson de Houston prevén comenzar con ensayos clínicos con esta técnica en un par de años, todavía es necesario realizar estudios de mejora de eficiencia y de seguridad para conseguir que las recombinaciones se realicen en el 100% de los casos en la zona de interés.